En los últimos años hemos sido testigos a cambios drásticos en la ley tributario de muchos países en América Latina. Los cambios incluyen declaración de bienes a nivel mundial, impuesto de herencia y intercambio de información que afecta la seguridad y privacidad de los residentes de la región.

A nivel mundial la utilización de un seguro de vida para proteger activos y minimizar el impacto impositivo al patrimonio es muy común y ha estado en practica por décadas. Los residentes de América Latina pueden recibir los mismos beneficios ya que en la mayoría de los países en la región se reconoce el seguro de vida como una herramienta de planificación financiera. En adición el producto tiene un tratamiento impositivo favorable ya que la apreciación del ahorro dentro la póliza (si aplica) se difiere del impuesto a la renta y la indemnización se distribuye al beneficiario libre de impuesto a la renta. Estos beneficios y otros son alcazables a través del seguro de vida independiente del producto que adquiera.

Estas características son únicas al seguro de vida y lamentablemente muchas personas no saben cómo incorporarlo como parte de su planificación financiera.

La vida nos presenta sorpresas imprevistas y ese es el aspecto más crítico del seguro de vida que uno debe tener en cuenta. El poder planificar la protección de su familia cuando los eventos de la vida se vuelven amargo, ya sea para reemplazar ingresos, asegurar  que sus hijos pueden realizar sus metas académicas, disfrutar los momento más especiales de sus vidas y asegurarse de que su cónyuge obtenga el ingreso regular que tanto necesita, los planes de seguro de vida pueden ser el ancla durante situaciones estresantes. No importa el producto que escoja, el seguro de vida le garantiza  liquidez inmediata que sus beneficiarios recibirán en un periodo de aproximado 30 dias después de recibir prueba de fallecimiento.