Mito #1

¡Tengo seguro de vida a través de mi empleo, es todo lo que necesito!


Usualmente tu empleador te proporciona un seguro de vida equivalente a 1-3 veces tu salario anual y en adición puedes solicitar hasta 4-6 veces tu salario. Pero hay varios problemas con eso.

Primero, tu “salario” no suele incluir comisiones, bonificaciones e ingresos secundarios.

En segundo lugar, para reemplazar tus ingresos para tus dependientes generalmente necesitas al menos 5-8 veces tus ingresos anuales y algunos expertos incluso recomiendan de 15 a 20 veces dependiendo de tu situación personal (edad de hijos, años de hipoteca, etc.).

Es posible que desees utilizar una calculadora como esta para determinar tus necesidades específicas:

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Incluso si compruebas que tiene suficiente cobertura a través de tu empleo es importante tomar en cuenta que puedes perderlo cuando se te presente otra oportunidad laboral. Puede existir la posibilidad de convertir tu seguro opcional en una póliza individual o comprar uno por tu cuenta, pero de cualquier manera puede ser mucho más costoso que comprar una póliza hoy en día a título personal especialmente si tu salud se deteriora con el tiempo.

Finalmente, la posibilidad de obtener una mejor opción por tu cuenta es alta especialmente si eres joven y cuentas con buena salud. Incluso si la póliza de tu empleador es inicialmente más barata, el costo puede aumentar cada año y esta capaz no sea transferible al renunciar o ser despedido.

Descubre como puedes comparar tu cobertura existente con una póliza individual que garantice tu tarifa por un período de 20 o 30 años.

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Mito #2

Mi salud me descalifica para obtener un Seguro de Vida.


La industria aseguradora ha evolucionado en temas de los riesgos que asumen. En tiempos pasados condiciones delicadas tal como el cáncer eran limitantes para obtener un seguro de vida.  Aunque una condición tenga limitaciones para seguros de gastos médicos, las pólizas de vida se evalúan de una forma diferente.  El evaluador mide el riesgo basado en las probabilidades de muerte no en la calidad de vida.

Para personas que tienen o han padecido de condiciones de alto riesgo le recomendamos consultar con un profesional que tenga el alcance de presentarle su caso a una aseguradora sin tener que aplicar formalmente y arriesgar un rechazo.

Hay muchas compañías que cubren una variedad de condiciones de salud y algunas incluso se especializan en casos de alto riesgo. También puedes comprar una póliza que no requiera de una evaluación médica.

Mito #3

Estoy joven y saludable, no me voy a morir...


El seguro de vida realmente tiene más sentido cuando se es joven, ya que las primas son menos costosas y tienes menos activos para transferir a los herederos. Cuanto más esperes, más caro será y más probabilidades tendrás de desarrollar una condición médica que lo haga mucho más costoso. Por supuesto, el mayor problema con la procrastinación de un seguro de vida es que para cuando lo necesites, ya será demasiado tarde para obtenerlo.

Las situaciones y necesidades de cada persona varían, algunas personas ni siquiera necesitan un seguro de vida.  Cualquiera sea la decisión que tomes, cuando se trata de un seguro de vida solo asegúrate de que sea una decisión informada.

Mito #4

Comprar un seguro de vida es complicado, lento y necesitas un examen médico.


Proteger a sus seres queridos de una muerte inesperada debería ser sencillo, rápido y económico.

segurísimo se ha asociado con compañías de seguros que también se esfuerzan por simplificar el proceso. Hoy puede hacer en minutos lo que antes tomaba semanas.

La buena noticia es que hay pólizas de seguro de vida que no requieren un examen médico, si no quieres que un extraño te toque y te pinche, o si simplemente no tienes tiempo.

A través de segurísimo puedes comprar hasta USD$1,000,000 de seguro de vida sin examen médico, si calificas. Esto se llama “solicitud directa” y es la forma más rápida de solicitar un seguro de vida.

Mito #5

Solo el sostén de la familia necesita un seguro de vida…


Existe la idea errónea de que la única persona que necesita un seguro de vida es el principal sostén de la familia. Ellos son los que traen a casa un salario en el día a día después de todo ¿verdad? Esto no podría estar más lejos de la verdad.

Según los datos del Censo de los Estados Unidos analizados por el Huffington Post, hay casi 12 millones de padres que se quedan en casa en los Estados Unidos. Estos son 12 millones de estadounidenses que brindan un servicio a sus seres queridos que es invaluable y algo difícil de cuantificar.

¿Alguna vez te has detenido a pensar cuánto costaría reemplazar a una mamá o papá que se queda en casa? De acuerdo con los cálculos de www.salary.com, el ingreso promedio nacional por todo el trabajo que realiza una madre o un padre que se queda en casa equivale a alrededor de $113,000 anuales si su familia tuviera que subcontratarlo todo.

El seguro para el cónyuge que se queda en casa también le da al cónyuge trabajador la oportunidad de tomarse un tiempo libre del trabajo y ayudar a la familia a adaptarse a su pérdida.